Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, (NOAA, por sus siglas en inglés), ya es posible observar las huellas del tráfico y la carrera espacial con fines lucrativos en el aerosol estratosférico.
Troy Thornberry, físico investigador del Laboratorio de Ciencias Químicas de la NOAA, puntualiza que en la estratosfera existe actualmente “un montón de material que nunca antes había estado allí y es algo que estamos considerando, así como la gran masa de material lanzada al exterior”.
Por su parte, un artículo de la cadena CNN en español, refiere que, a unos 70 años después del lanzamiento del Sputnik, existen tantas máquinas volando por el espacio las cuales podrían convertirse en “una contaminación lumínica” que impida estudiar otras galaxias con telescopios terrestres.
“También está la basura espacial: cerca de 30.000 objetos más grandes que una pelota de softball se precipitan a unos cientos de kilómetros sobre la Tierra, diez veces más rápido que una bala”, añade el texto.
Según el estudio de la NOAA, el 10 por ciento de las partículas de la atmósfera superior contienen ahora trozos de metal procedentes de cohetes o satélites que caen fuera de órbita y se queman.
Ese mismo informe pronostica que los desechos de origen humano constituirán el 50 por ciento de los aerosoles estratosféricos en las próximas décadas, igualando la cantidad creada naturalmente por la galaxia.
Pese a esas alertas, actualmente hay más de ocho mil 300 satélites en órbita, y las predicciones sobre cuántos se les unirán pronto aumenta, según el sitio de seguimiento Orbiting Now.
En todo el orbe, más de 300 entidades comerciales y gubernamentales han anunciado planes para lanzar la asombrosa cifra de 478 mil satélites hasta el 2030.
Solo la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno estadounidense anunció el lanzamiento de unos 58 mil equipos de ese tipo en los próximos seis años.
“En total, se calcula que hay 100 millones de desechos artificiales del tamaño de la punta de un lápiz zumbando en órbita, lo que supone un gran riesgo para hacer negocios en el espacio”, indica CNN.
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