Frente al patrón dólar, empleado en el continente para fijar el valor de las monedas locales, el signo monetario de este país del mediodía africano, elevó su valor del 13,8 al 22,8 frente al billete verde, según datos del Grupo del MVL.
El notable ascenso fue la respuesta a la decisión del Banco Central zambiano de aumentar la relación de las reserva de los bancos comerciales y, después, elevar las tasas de interés para detener una baja en la divisa que había disparado la inflación.
A pesar de las protestas de algunos sectores, la austeridad decretada por el Banco Central zambiano dio resultados, aunque sus críticos advierten que solo los dará a largo plazo si el país lograr atraer más inversión directa extrajera.
Uno de los nubarrones que se ciernen sobre el panorama financiero zambiano es el notable descenso en la producción de cobre, su mayor fuente de ingreso en moneda dura a pesar de los esfuerzos oficiales para alentar al sector.
Así, mientras el gobierno pugna por fortalecer la extracción cuprífera y maniobra para retener sus avances, los zambianos gozan de cierto bienestar, más perceptible en el sector de finanzas que en los bolsillos del ciudadano común, pero bonanza al fin.
lam/msl