El mandatario viajó este martes a Howell, Michigan, mientras las negociaciones en el Congreso para aprobar el plan de infraestructura, valorado en 1,2 billones de dólares, y el paquete de beneficios sociales, de 3,5 billones, están estancadas debido a divisiones a lo interno del Partido Demócrata.
En su discurso, el gobernante se refirió a la importancia de aprobar ambas iniciativas para realizar inversiones a gran escala, reactivar la economía y competir con países como China, cuyo gasto en educación es superior al de Estados Unidos.
Nuestra infraestructura solía ser la mejor del planeta, ahora estamos en el puesto 13 y el mundo se ha dado cuenta, incluidos nuestros adversarios, manifestó Biden desde la sede de la Unión Internacional de Ingenieros Operativos.
Explicó también cómo planea cobrar impuestos a las corporaciones más ricas y a los estadounidenses con más ingresos para financiar sus planes.
Su visita a Michigan se produjo tras una reunión virtual con representantes demócratas para discutir las dos propuestas económicas, informó la Casa Blanca en un comunicado.
En las últimas semanas los demócratas no han llegado a acuerdos sobre la magnitud y el alcance del paquete legislativo.
En discusión están principalmente los 3,5 billones de dólares de la propuesta de beneficio social y también la idea del senador demócrata Joe Manchin de rebajar ese monto, algo que pudiera ser favorable para llegar a una cifra intermedia con el objetivo de destrabar el voto en el Congreso.
El mandatario intenta vender sus prioridades en materia económica paralizadas en el Congreso mientras las encuestas evidencian una caída de su aprobación y existe la posibilidad de que el gobierno alcance el límite de su deuda el venidero 18 de octubre.
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