El debate se avizora arduo y extendido en la cámara alta, donde las posiciones están divididas entre quienes apoyan la postura del gobierno de que su aprobación provocaría efectos nocivos para la economía, y los que defienden la extracción del dinero para ayudar a las familias en esta difícil coyuntura.
De acuerdo con el cronograma, en esta etapa los miembros de la comisión deberán escuchar las opiniones a favor y en contra de la iniciativa, realizar modificaciones al texto original y luego presentar la propuesta definitiva para su análisis y votación en la sala el 27 de octubre.
El proyecto, presentado por la oposición, fue aprobado el 28 de septiembre por la Cámara de Diputados, donde contó con 94 votos a favor (uno más del necesario), 39 en contra y nueve abstenciones.
A pesar de las presiones del gobierno, 17 parlamentarios del oficialismo apoyaron la propuesta que, de prosperar en el Senado, permitiría a 10 millones de ahorristas retirar de las Aseguradoras de Fondos de Pensiones (AFP) entre mil 289 y cinco mil 650 dólares, en dependencia de lo acumulado.
En esta ocasión el proyecto incluye a los pensionados con rentas vitalicias y autoriza la extracción de hasta el 100 por ciento de los fondos a quienes certifiquen enfermedades catastróficas o de alto costo.
‘Esperamos que el Senado de Chile no traicione las necesidades de los trabajadores y apruebe el cuarto retiro y no siga defendiendo un modelo que nos perjudica’, escribió en su cuenta de Twitter el vicepresidente nacional de la Central Unitaria de Trabajadores, Juan Moreno.
La iniciativa necesita el respaldo de tres quintas partes de los miembros del Senado, es decir 26 votos, para su aprobación.
El actual sistema de pensiones, instaurado desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet, es blanco de numerosas críticas por las pírricas pensiones que otorga, y diversos sectores abogan por un cambio de ese modelo.
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