Es probable que los rescatados fueran integrantes del grupo islamista Boko Haram que entregaron sus armas en respuesta a las exhortaciones del gobierno central para que abandonaran a los irregulares.
La operación policial siguió a denuncias anónimas de la población sobre los castigos corporales a los que eran sometidos los internos por el director de la instalación, identificado como Aminu Rabiu.
El centro recibió instrucciones de cerrar sus puertas desde fines del año pasado, pero Rabiu y su hermano mayor, Fatihu, las desoyeron, según reportes coincidentes del influyente diario The Nation y otros medios de prensa.
Esta es la segunda operación del mismo tipo en Nigeria en las últimas horas: la primera ocurrió en el estado de Zamfara (norte) donde fuerzas de seguridad liberaron a 187 civiles raptados por grupos delincuenciales, según informe oficial de la Policía difundido por la prensa.
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