Según la organización, pese a la existencia de acuerdos internacionales como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007), esta población es exterminada desde hace más de 529 años.
En Abya Yala (América) persiste el asesinato, la desaparición física y persecución de líderes y lideresas de los pueblos indígenas por defender sus tierras, territorios y recursos, precisa el texto.
‘Los gobiernos insisten en prácticas colonialistas de imposición de programas y megaproyectos tales como la minería, hidroeléctricas e hidrocarburos en nombre del desarrollo y del interés común, que se ejecutan sin cumplir con el consentimiento libre, previo e informado’, asegura.
Y subraya: ‘Instamos a todos los pueblos indígenas de Abya Yala a declararse en luto y recordar el 12 de octubre como el día de la resistencia indígena a nivel mundial’.
Asimismo, exigen al gobierno panameño la firma del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, el cual establece leyes que permiten la efectiva implementación de la declaración universal de los derechos de los pueblos indígenas, eliminar todas las formas de discriminación racial y proteger los sitios sagrados.
También piden titular los territorios colectivos, demarcar y sanear las tierras indígenas, la incorporación de mujeres en equidad y que la voz de los ancianos, la juventud y la niñez sea tomada en cuenta para asegurar un desarrollo pleno dentro de su cosmovisión.
La Coonapip reúne los siete pueblos originarios (Ngäbe, Buglé, Guna, Emberá, Wounaan, Bri bri y Naso Tjërdi), 12 congresos y consejos que a nivel nacional existen en Panamá, donde el 12 por ciento del total de su población es indígena.
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