El simulador, llamado Advanced Navigation Research Simulator (ANRS), tiene un puente de barco de misión completa y un sistema de servicio de tráfico que replica las condiciones de la vida real, lo que permite a los aprendices practicar y ser evaluados sin tener que salir al mar.
Este dispositivo combina entrenamiento simulado con inteligencia artificial, que interpreta datos recopilados por sensores como gafas que rastrean el movimiento de los ojos de los usuarios y cintas que registran la actividad eléctrica del cerebro.
Según los desarrolladores de la Academia Marítima de Singapur, los tonos de voz de los usuarios y su frecuencia cardíaca durante una crisis simulada también se registran para que los entrenadores tengan una mejor idea de su preparación.
Se espera que esto conduzca a mejores programas de capacitación que puedan reducir la frecuencia de incidentes marítimos causados por errores humanos.
No obstante, el Ministro de Estado de Transporte, Chee Hong Tat, aclaró que el ANRS, valorado en 1,2 millones de dólares, no reemplaza la necesidad de entrenadores humanos, sino que aumenta la capacitación brindada por ellos.
Los avances en inteligencia artificial son una de las fronteras en un momento de rápida innovación; a medida que se reabren las fronteras, el ANRS también se puede utilizar para capacitar a la gente de mar de la región, indicó.
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