Puede ser un 15 por ciento o más, y así la persona podría hasta revertir la enfermedad y reducir complicaciones propias de la mencionada dolencia.
Tal recomendación fue dada a conocer por el Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, donde explican que perder peso controlaría la principal anomalía subyacente y el motor de la enfermedad: la obesidad.
Este enfoque tendría la ventaja añadida de abordar no sólo la hiperglucemia, sino otras complicaciones relacionadas con la obesidad, como el hígado graso, la apnea obstructiva del sueño, la osteoartritis, la hipertensión arterial y un perfil elevado de grasas en sangre.
Los expertos ven con buenos ojos la cirugía de la obesidad (bariátrica), la cual muestra beneficios inmediatos y sostenidos para los pacientes con diabetes tipo 2 disminuyendo la necesidad de fármacos reductores de la glucosa.
Recuerdan los especialistas que el aumento de la grasa corporal tiene relación con la resistencia a la insulina.
‘Los rasgos clave que identifican a las personas en las que el aumento de la grasa corporal es un factor clave que contribuye a la diabetes de tipo 2 son la presencia de adiposidad central, es decir grasa alrededor de la cintura, múltiples marcas en la piel, la hipertensión arterial y la enfermedad del hígado graso’, explica la fuente.
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