Por medio de su cuenta en Twitter, señaló que esa transformación que necesita Colombia debe hacer de la tierra fértil un instrumento de producción y convertir a la nación en una potencia agroindustrial.
Además, dijo, la reforma agraria permitiría quitar presión económica y mercantil sobre la frontera agrícola que no se debe expandir más porque destruye las selvas, el páramo y las aguas.
La defensa de la selva amazónica es vital para la humanidad en tiempos del cambio climático, recalcó.
Si la tierra fértil se convierte en un instrumento de producción democratizado, se enriquece el campesinado, aumenta el mercado interno y es posible la industrialización, fundamental para construir una democracia y la paz, comentó.
En su opinión, ‘el pensamiento extremista de derecha portavoz de los intereses de los lavadores de dólares de la cocaína que se apropiaron de la tierra, expropiando a sangre y fuego al campesinado, usan la prensa para señalar estas ideas como peligrosas y populistas.’
Petro se refirió en tal sentido, al tratamiento dado por algunos medios de prensa a una idea expuesta sobre la expropiación de las tierras improductivas.
‘Tener tierra fértil improductiva no es capitalista, es feudal, premoderno. Esa premodernidad explica la enorme desigualdad social de Colombia y la violencia permanente. Por eso una reforma agraria que democratice y vuelva productiva la tierra fértil es fundamental’, recalcó.
Remarcó que se refiere a 22 millones de hectáreas de tierra fértil de las que solo se usan seis millones para producción.
Si los 16 millones de hectáreas en manos de terratenientes improductivos se cultivasen alimentos, tendríamos dos millones de puestos de trabajo agrarios adicionales, destacó Petro.
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