La Interpol actuó por una ficha roja solicitada por Paraguay, país que lo requiere por presuntos delitos no probados de secuestro, asociación criminal y homicidio doloso, señala una nota del diario opositor mexicano El Universal. Pero nunca fue detenido por autoridades mexicanas.
El periódico cita fuentes federales, según las cuales, tras varias horas las autoridades mexicanas determinaron no activar la ficha roja contra Granda por la inmunidad que le otorgan los acuerdos de paz firmados con el expresidente colombiano Juan Manuel Santos.
El partido Comunes, en el cual milita Granda, confirmó que el exlíder guerrillero regresa a Colombia después de que las autoridades mexicanas revisaran la situación, sin detenerlo nunca.
Granda había arribado ayer a México junto con el presidente del partido Comunes, Rodrigo Londoño, alias Timochenko y exdirigente de la guerrilla colombiana para participar en un foro organizado por el Partido del Trabajo (PT).
Ambos viajaron con permiso de la Justicia Especial para la Paz, que es el mecanismo por el cual se investiga y juzga a integrantes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, miembros de la Fuerza Pública y terceros que participaron en el conflicto armado que padeció la nación suramericana.
Granda fue uno de los negociadores de las FARC-EP en el diálogo con el gobierno colombiano, que dio lugar al acuerdo de paz firmado en el 2016 y violado sistemáticamente por el gobierno del actual presidente Iván Duque, según múltiples denuncias.
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