El exmandatario, derrocado en junio de 2009 por un golpe de estado orquestado por la Agencia Central de Inteligencia en contubernio con Roberto Michelletti y Porfirio Lobo, se encuentra en México invitado por el Partido del Trabajo al XXV Seminario Internacional Los partidos y una nueva sociedad.
Zelaya está entre quienes estiman que pacíficamente se pueden vencer las dictaduras y eso es lo que está demostrando en estos momentos el pueblo hondureño. Honduras, dijo, es víctima de un sistema degradante y degradado en sí mismo, que se implementó en nuestros países impuesto por las grandes potencias internacionales, pero está colapsado pues ha aumentado la pobreza y provocado daños inconmensurables al medio ambiente.
Me refiero, aclaró, al sistema neoliberal. Hay expresiones de insatisfacción en todos los pueblos, como denuncia el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Sobre todos nosotros, añadió, penden políticas dañinas que intentan pasar como no notorias, con sutileza, como el Plan Cóndor que funciona para América Latina, y es la restauración conservadora de querer imponer un modelo fracasado y lo hacen a través de la fuerza y de la propaganda.
Esa estrategia se siente en toda América Latina donde en realidad hay un movimiento de cambio de época como se observa el rebrote y nuevo avance de las fuerzas de izquierda en la región. Hace poco ganaron las elecciones en Perú a pesar de toda la complejidad política en ese país, y también en Bolivia, con movimientos progresistas, y no tengo dudas de que en Honduras ocurrirá lo mismo.
A una pregunta sobre ese tipo de cambio en el escenario hondureño, Zelaya señaló que es paulatino y parte de un proceso pacifico lento, pero estamos caminando de manera firme hacia la consolidación de un estado equitativo y socialmente justo.
Respecto al futuro inmediato de la región dijo que este año y el que viene hay elecciones en varios países y una gran parte de participantes, de candidatos, representan movimientos impulsados por una idea progresista, con espíritu democrático. Creo que el porvenir, añadió, alimenta un proceso de cambio progresista y social tanto en la parte económica como en la más sustancial que es la de privilegiar al ser humano.
Acerca de la nueva administración demócrata en Estados Unidos y su relación con América Latina y el Caribe, señaló que ese país tiene sus políticas diplomáticas y estamos tratando de tener un entendimiento con ellos.
Sin embargo, admitió, a su interior confluyen políticas paralelas que forman parte también del movimiento interno el cual no tienen nada en común ni qué ver con el sistema de nuestros países sino que, por el contrario, atentan contra él, como la planificación de guerras y golpes de estado, eso lo denunciamos y no lo aceptamos.
El exmandatario expresó su agradecimiento al gobierno de México y sobre todo al Partido del Trabajo por haberlo invitado a este foro reconocido por todos los países de la región, y que con esta edición cumple 25 años de estar en el aire y cada vez con mayores bríos.
Es un evento muy importante para la formación ideológica y la coherencia de todos los movimientos de América Latina, sobre todo los progresistas. Yo estoy invitado desde el golpe de estado hasta la fecha, y me siento muy honrador por ello, indicó.
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