En un debate virtual propiciado por el diario El Espectador, titulado El Estado colombiano no puede derrotar al Ejército de Liberación Nacional (ELN), ¿qué alternativas quedan?, Cepeda consideró que el proceso con esa guerrilla estaba enrutado por el camino correcto.
Recordó que cuando el presidente Iván Duque llegó al Gobierno al menos había una agenda pactada con importantes sectores de la sociedad y ya tenía algunos puntos en desarrollo.
También había un precedente humanitario importante como el cese el fuego y de hostilidades durante un tiempo prolongado, que mostró resultados alentadores contra los atentados, por ejemplo, a la industria petrolera, entre otros, añadió.
‘Había un acumulado muy valioso’, destacó el congresista y recordó que en las últimas semanas de la administración de Juan Manuel Santos se estaba por concretar un segundo alto el fuego y de hostilidades, que ‘sin lugar a dudas hubiera tenido un efecto muy benéfico’.
Si se hubiera logrado pactar ese alto el fuego que impidió la administración de Duque y las promesas que hizo al ELN y que después se vieron frustradas, y están documentadas, tal vez no hubiera tenido el desenlace que tuvo el proceso como el atentado a la escuela de cadetes, dijo.
Luego de eso ‘llegó un hecho sin precedentes en la historia de los procesos de paz, no solo en Colombia sino en el mundo, y es que la administración Duque de una manera absolutamente desleal desconoció un protocolo que había sido suscrito y comprometía al Estado colombiano’, recalcó.
Tras este hecho siguieron ocurriendo situaciones y el resultado es probablemente el fortalecimiento del ELN y un agravamiento objetivo del conflicto, agregó.
‘Yo creo que el atentado que hizo este gobierno contra la paz es enorme, el daño definitivo a la paz no solo se expresa en la no implementación del Acuerdo de Paz sino en esto otro y se hubiera podido salvar miles de vidas en el país’, manifestó.
Los diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el ELN comenzaron en Quito, Ecuador, el 7 de febrero de 2017, luego se trasladaron a La Habana, Cuba, y actualmente están estancados ya que Duque impuso nuevas condiciones al ELN para su continuación.
Según analistas, todo ello confluyó en un atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander, con saldo de 23 muertes y casi 100 heridos, tras lo cual Duque rompió las pláticas y reactivó las órdenes de captura del equipo negociador de la guerrilla en contravención de los protocolos del proceso.
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