Hay un largo camino por delante, que combina el diálogo, la respuesta jurídica y la acción para restaurar la independencia del poder judicial, expresó von der Leyen en una rueda de prensa al término de la Cumbre de líderes de la Unión Europea (UE), que comenzó la víspera en Bruselas.
La política alemana se refirió en concreto a la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que consideró ilegal el régimen disciplinario bajo el que se vigila a los jueces, e incluso debe incluir la devolución de los puestos a los jueces despedidos por el gobierno del primer ministro Mateusz Morawiecki y del partido Ley y Justicia.
De hecho, recordó que Varsovia deberá abolir las limitaciones a la libertad judicial para que el bloque considere que existen progresos en la materia.
El debate sobre Polonia, se realizó este jueves por la tarde, y en palabras del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se desarrolló durante más de dos horas en un tono sereno.
Además sirvió para que una inmensa mayoría de los Estados miembros mostraran su convencimiento de que la independencia judicial y el Estado de derecho son algo fundamental, expresó Michel.
Tras afirmar que activaron algunos mecanismos y pueden hacerlo con otros, el funcionario puso al diálogo en el centro.
Morawiecki dijo este jueves que no actuará bajo la presión del chantaje luego que algunos líderes del bloque lo forzaran a reconocer la soberanía de las leyes de los 27 frente a la toma de decisiones nacionales.
No obstante, el primer ministro manifestó la intención de encontrar una solución a sus disputas con Bruselas, aunque a muchos les preocupa que este enfrentamiento desencadene en un debilitamiento y posterior separación de la Unión que algunos denominaron el Polexit (como analogía a la salida de Reino Unido).
Aunque los principales líderes del megabloque no adelantaron otras decisiones sobre Varsovia, ya esta tiene el impedimento de aprovechar los 36 mil millones de euros de subvenciones y préstamos aprobados para hacer frente a la recuperación posCovid-19.
En la polémica el primer ministro húngaro, Viktor Orban, apoyó al vecino de Europa del Este al defender la devolución de los poderes a las capitales nacionales en abierta crítica a lo que consideró libertades excesivas de la Comisión Europea.
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