De dos mil 559 situaciones semejantes en el mismo período de 2020, en el presente se registran casi cuatro mil, según la entidad.
La coordinadora de Sipiav, María Elena Mizrahi, atribuyó la subida de las estadísticas a la vuelta a las clases escolares presenciales que obstaculizó la capacidad de detectar casos de violencia, a diferencia del recogimiento domiciliario en los primeros meses de la pandemia.
El 14 por ciento de las situaciones registradas e intervenidas corresponden a niños de 0 a 5 años, un 36 por ciento a los de entre seis y 12 años y 38 por ciento a adolescentes de 13 a 17 años.
Si se clasifica de acuerdo con el tipo de violencia, la mayoría correspondió a maltrato emocional, seguido de negligencia, abuso sexual, maltrato físico y explotación sexual, según informe publicado en la página del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU).
Al discriminar por relacionamiento, en el tres por ciento de esas situaciones provienen del padre, el 23 por la madre, 15 por pareja de la madre, 14 de otro familiar, y 11 por ciento de un sujeto ajeno al entorno más cercano.
El presidente de INAU, Pablo Abdala, manifestó que las cifras son contundentes y ‘estamos frente a un crecimiento sostenido, sistemático, que nos debe llevar a actuar’ durante la presentación del reporte en el Legislativo.
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