En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, el mandatario Andrés Manuel López Obrador reiteró su criterio de que no hay más alternativa que el cambio porque ese modelo agotó sus posibilidades y produjo todas esas desgracias que condujeron a la actual crisis sistémica, y no hay otra salida.
Sus reflexiones fueron motivadas por una pregunta acerca de la fuerte oposición del gran capital nacional y extranjero a su reforma eléctrica, con la cual el Estado le otorga un papel protagónico a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la convierte de empresa a entidad del Estados con ampliación de poderes ejecutivos.
Insistió en que las transnacionales extranjeras deberían rectificar su actitud opositora pues no hay una renacionalización del sector, sino un reordenamiento, porque se les deja el 46 por ciento del mercado, equivalente a toda la energía eléctrica que consume Argentina, pero lo quieren todo, y acabar con la CFE, denunció.
Advirtió que si se aceptaran las presiones de las transnacionales y sus aliados del Fondo Monetario Internacional (FMI) de privatizarlo todo ‘nos convertimos en esclavos modernos y eso da coraje’.
Cuando todo sea privado, alertó, estaremos privados de todo. Somos distintos, y no se trata de expropiaciones, sino que el estado cumpla con su función social.
‘Querían desaparecer al Estado, usarlo nada más que cuando les sirviera para rechazar a instituciones en quiebra, pasarle la cuenta a los ciudadanos, privatizar ganancias y socializar pérdidas, y actuar con esos sofismas y mentiras’, indicó.
En cuanto al FMI reiteró que no cree en sus políticas que causaron la decadencia económica y social en el mundo; ellos son responsables de la crisis mundial, el fondo y otros organismos financieros internacionales afines.
Pero aclaró que no solamente cargan con esa responsabilidad esos organismos financieros, sino que además recae en los gobiernos neoliberales que se sometieron a sus dictados, y aplicaban sus recomendaciones y recetas al pie de la letra.
Ahora el FMI rectifica en el caso del pronóstico del crecimiento económico de México y admite que será alto -alrededor de 6,0 por ciento-, pero al mismo tiempo ‘recomienda’ que no construyamos la refinería de Dos Bocas.
Buscan que todo se le entregue a la empresa española Iberdrola en nombre de la libertad de mercados, ‘que es la libertad del zorro en el gallinero’, y recordó la época del expresidente Miguel de la Madrid, quien hipotecó la producción de petróleo.
López Obrador recordó también la época de las cartas de intención, que eran de sometimiento y condicionaban los préstamos de usureros a la aplicación de políticas fondomonetaristas de incremento del costo de los servicios públicos y privatización de empresas.
Volvió a insistir en el caso del litio, que no se le entregará a nadie, será mexicano, no de extranjeros ni de nacionales privados, porque es un mineral estratégico fundamental y no les va a ser fácil apoderarse de él. Si hay traición y no se aprueba la reforma que tiene que ver con el litio, aplicaremos otras medidas, advirtió.
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