En la presentación del Informe sobre la brecha de emisiones de 2021, describió el complejo escenario que se avecina de mantenerse las actuales tendencias.
Según destacó, el futuro de la humanidad depende de mantener el aumento de la temperatura global en 1,5 grados Celsius para 2030 y sabemos que, hasta ahora, las partes del Acuerdo de París no logran mantener ese objetivo a su alcance.
Incluso si los anuncios de los últimos días se materializan, todavía estaríamos en camino a claramente más de 2 grados centígrados, lamentó el máximo representante de Naciones Unidas.
Menos de una semana antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP26, el mundo va rumbo a una catástrofe climática, recalcó.
Pero el liderazgo que necesitamos está apagado, los países desperdician en estos momentos una gran oportunidad de invertir los recursos fiscales y de recuperación de la pandemia de Cocid-19 en formas sostenibles, que ahorren costos y salven el planeta, observó el titular.
El informe estimó que solo alrededor del 20 por ciento de las inversiones de recuperación respaldarán la economía verde, detalló.
Justo cuando los líderes mundiales se preparan para la COP26, el reporte sobre emisiones de gases de efecto invernadero es otra llamada de atención atronadora.
A menos que se logren reducir las emisiones globales de carbono en un 45 por ciento desde los niveles de 2010 para 2030, tan solo dentro de 100 meses ya no alcanzaremos un futuro en el cual esté limitado el aumento de la temperatura global 1,5 grados Celsius, enfatizó.
Guterres llamó a los líderes mundiales a ser muy claros en sus acciones, llegar a la COP26 en Glasgow con planes audaces, con plazos definidos y anticipados de cara a la neutralidad de carbono en todos los sectores.
Debemos acabar con los subsidios a los combustibles fósiles y las industrias contaminantes, crear más ‘empleos verdes’ y finalmente cumplir los compromisos para la financiación climática de los países en desarrollo, señaló el diplomático portugués.
Al respecto, reiteró su llamamiento a los donantes y bancos multilaterales de desarrollo para que asignen al menos el 50 por ciento de su apoyo climático a la adaptación y la resiliencia.
El reloj está corriendo, la brecha de emisiones es el resultado de la brecha de liderazgo, pero aún podemos hacer de esto un punto de inflexión hacia un futuro más verde en lugar de enrumbarnos a una catástrofe climática, consideró.
‘La era de las medias tintas y las promesas vacías debe terminar’, concluyó el diplomático portugués su presentación del informe sobre la brecha de emisiones de gases de efecto invernadero, elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
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