La entidad atribuyó tales descensos a una mayor exigencia en el cumplimiento de las leyes de tráfico, pero también a la menor circulación de vehículos debido a las medidas de confinamiento aconsejadas por la pandemia de Covid-19.
En ese lapso, la policía aplicó multas a más de dos millones de infractores, revocó unas 250 mil licencias de conducción y confiscó temporalmente alrededor de medio millón de vehículos. La mayoría de las transgresiones fueron el consumo de alcohol y el exceso de velocidad.
Los accidentes de tráfico en Vietnam causan unas siete mil 500 muertes por año y el doble de lesionados. Con todo y lo temido que son, los tifones, las tormentas tropicales y otros desastres naturales ni de lejos se cobran una cuota de víctimas tan grande.
Además, los incidentes en la vía dejan al país perjuicios económicos anuales equivalentes al 30 por ciento del presupuesto nacional de educación o al salario anual de un millón y medio de personas.
En busca de remedio a tamaño flagelo, el Parlamento aprobó en 2020 una nueva Ley de Prevención y Control de Daños por Alcohol y un decreto sobre el aumento de las multas por conducir bajo los efectos de bebidas espirituosas.
jha/asg