En declaraciones a la prensa, el jefe de gabinete del primer ministro, Gergely Gulyás, comunicó que el uso de la mascarilla facial será obligatorio en el transporte público a partir del 1 de noviembre y los trabajadores de instituciones estatales deberán estar vacunados.
Asimismo, precisó que las empresas privadas tendrán la posibilidad de exigir a sus empleados el cumplimiento del esquema de inmunización si lo consideran necesario. Los ciudadanos que incumplan las normativas aprobadas pueden ser suspendidos de sus centros laborales por un período de un año.
Por otra parte, serán prohibidas las visitas consideradas no esenciales a las instituciones de salud.
Esta jornada, las autoridades húngaras reportaron cuatro mil 39 nuevos casos de Covid-19 y 45 fallecidos por dicha causa, indicadores que se encuentran entre los peores registrados desde abril.
Gulyás señaló que 5.72 millones de personas fueron vacunadas hasta la fecha y pidió a los ciudadanos apoyar la campaña de inmunización para poder enfrentar la cuarta ola de contagios que ya afecta a Europa.
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