Al concluir la Audiencia General semanal en la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano, el sumo pontífice señaló que desde esa nación asiática ‘llegan todavía tristes noticias de encuentros sangrientos con pérdida de vidas humanas’.
Francisco instó a la comunidad internacional ‘a garantizar que las aspiraciones del pueblo de Myanmar no sean sofocadas por la violencia’ y pidió que ‘a los jóvenes de aquella amada tierra se les conceda la esperanza de un futuro donde el odio y la injusticia dejen espacio al encuentro y la reconciliación’.
Además, el papa reiteró su deseo de que el camino hacia la democracia emprendido en los últimos años en ese país ‘pueda reanudarse a través del gesto concreto de la liberación de diferentes líderes políticos encarcelados’, como expresó al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede el 8 de febrero último.
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