‘Nuestro actual proceso de cambio se suma revolucionariamente al 77 aniversario de la gloriosa central obrera’, subrayó el mandatario, según la Agencia Boliviana de Información.
La memoria popular –añadió el gobernante- guarda siempre el rol histórico de nuestros hermanos mineros en las transformaciones políticas y sociales.
El jefe de Estado celebró ‘la incesante contribución del sector a la economía nacional y su lucha por la defensa de los recursos naturales, por lo que conmemoró también los 69 años de la nacionalización y recuperación de las minas, gestada en 1952’.
Arce recordó que desde su fundación en 1944, la FSTMB ‘fue el bastión revolucionario que se enfrentó a las oligarquías de entonces, a un ejército defensor de la minería feudal y a la avidez del modelo neoliberal cómplice de los capitales transnacionales’.
Según el Presidente, la creación de esa federación ‘permitió a los trabajadores fortalecer un poder sindical decisivo para hacer de la minería un motor económico y convertirlo en vanguardia del movimiento obrero y base para la creación de la central obrera’.
Cuando el actual proceso de cambio fue violentamente interrumpido por el golpe de Estado en noviembre de 2019 fueron los trabajadores mineros quienes se movilizaron para defender al Gobierno democráticamente electo, afirmó.
Arce significó que la consumación del golpe ‘por la traición de algunos malos militares y policías que transaron con la antipatria, obligó a los mineros a retornar a sus bases y reorganizar la resistencia, hasta la gran movilización de agosto de 2020’.
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