Este viernes, las autoridades sauditas llamaron a su embajador en Beirut, solicitaron la retirada del jefe de la misión libanesa en Riad y clausuraron todas las importaciones provenientes del llamado país de los cedros.
Esas medidas respondieron a declaraciones del ministro de Información de Líbano, George Kordahi, quien en agosto pasado, un mes antes de asumir el cargo, describió de agresión de Riad y Abu Dhabi la guerra en Yemen.
Mikati recabó de Kordahi una decisión apropiada para arreglar las relaciones árabes de Líbano y solicitó del canciller Abdallah Bou Habib la creación de una célula de gestión para abordar la crisis.
El conocido presentador de televisión, Kordahi, es cercano al partido Movimiento Marada, un aliado cercano de Hizbulah, al cual el reino designa de organización terrorista.
Las relaciones sauditas y libanesas se tensaron por la posición de Riad de estimar que el Partido de Dios ejerce control sobre la nación con costas al mar Mediterráneo oriental.
A su momento, la autodenominada Resistencia islámica libanesa censuró la campaña mediática contra Kordahi liderada por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y el Consejo de Cooperación del Golfo.
En una declaración, Hizbulah opinó que en realidad tales medidas sauditas asaltan la soberanía de Líbano y constituyen un chantaje en desafío a la dignidad nacional.
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