En un informe provisional dado a conocer en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que inició este domingo en la ciudad escocesa de Glasgow, la OMM señaló que los últimos siete años podrían ser considerados como los más cálidos en la historia.
El estudio apunta, por ejemplo, que el enfriamiento temporal del fenómeno meteorológico conocido como La Niña a principios de año solo hará que 2021 quede relegado al quinto lugar entre los años más calientes desde 2013.
Aseguró además que en 2020 los niveles de dióxido de carbono, metano y óxido de nitrógeno -todos son gases responsables del efecto invernadero- llegaron a 413,2, 1889 y 333,2 partes por millón respectivamente, muy por encima de las cifras preindustriales.
El aumento del nivel del mar también se aceleró hasta alcanzar una nueva cota en los últimos nueve meses, al igual que la temperatura del agua y la acidez, agregó la investigación.
La OMM, que compiló datos aportados por diferentes agencias de la ONU, advirtió que el calentamiento global tendrá un impacto negativo sobre la seguridad alimentaria, los ecosistemas, provocará desplazamientos de personas y retrasará el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Este informe nos demuestra que el planeta está cambiando ante nuestros ojos. Desde las profundidades de los océanos a las cimas de las montañas, desde los glaciares que se derriten hasta eventos meteorológicos extremos, los ecosistemas y comunidades están siendo devastadas en todo el mundo, afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
De acuerdo con Guterres, este escenario refuerza la necesidad de que la Conferencia sobre el Cambio Climático se convierta en un punto de viraje para frenar el deterioro medioambiental.
Los científicos están claros sobre los hechos, por lo que ahora necesitamos que los líderes estén claros sobre las medidas a tomar. La puerta está abierta, y las soluciones está ahí, sentenció el secretario general de la ONU, citado por la OMM.
En la COP26, que se extenderá hasta el 12 de noviembre, se espera que los delegados de los más de 200 países participantes adopten estrategias ambiciosas para reducir a cero las emisiones netas hacia mediados de siglo, y poder limitar a 1,5 grados Celsius la temperatura global.
Para ello, los países industrializados, y el mundo en general, deberán prescindir del uso del carbón mineral y de otros combustibles fósiles como fuente de energía, acabar con la deforestación y acelerar la transición hacia los vehículos eléctricos.
También se espera que las naciones más industrializadas, que en definitiva son las responsables del deterioro medioambiental actual, cumplan su promesa de aportar 100 mil millones de dólares anuales para ayudar a combatir el cambio climático.
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