El jefe del Consejo Ejecutivo del Partido de Dios, Hashem Safi al-Din, afirmó que la decisión saudita es anterior a las afirmaciones de Kordahi.
“Detrás de la posición del reino, aseveró, hay una máquina mediática que exageró, pues estadounidenses, europeos, la ONU y otros países árabes declararon posturas más duras y Riad nunca reaccionó”, dijo.
El viernes último, Arabia Saudita llamó a su embajador en Beirut, dio 48 horas para que su par libanés abandonara el reino y clausuró todas las importaciones libanesas.
Safi al-Din creía que las autoridades sauditas no tolerarían crítica alguna si difundieran sus conversaciones secretas con Israel, sin embargo, no emitió respuesta alguna sobre ese tema.
Mientras, el diputado del bloque de Lealtad a la Resistencia Hassan Ezz El-Din reiteró el apoyo de la bancada a Kordahi, “porque su postura es patriótica y soberana y deriva valentía no sujeta a chantaje”, subrayó.
Ezzedine opinó que Arabia Saudita tomó como excusa las formulaciones del ministro para amenazar a Líbano e interferir en sus asuntos internos.
En agosto pasado, un mes antes de asumir el cargo, Kordahi consideró absurda la guerra en Yemen y que los rebeldes hutíes luchaban contra una agresión de una alianza militar liderada por el reino del desierto.
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