Según la investigación de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), mientras el maíz experimentará una baja en los rendimientos, el trigo podría ver un aumento de alrededor del 17 por ciento.
Con el uso de avanzados modelos climáticos y agrícolas, los científicos descubrieron que el cambio en los rendimientos se debe al incremento de la temperatura.
A ello se suman las variaciones en los patrones de lluvias y las elevadas concentraciones de dióxido de carbono en la superficie debido a las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por las actividades humanas.
Esto dificultaría el cultivo de maíz en los trópicos, pero podría ampliar el rango de cultivo del trigo, señala el texto publicado en la revista Nature Food.
Al respecto, el autor principal Jonas Jägermeyr, creador de modelos de cultivos y científico del clima en el Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA resaltó que la respuesta proyectada del maíz fue sorprendentemente grande y negativa.
El equipo analizó los cambios en los promedios de rendimiento de los cultivos a largo plazo e introdujo una nueva estimación del momento en que “emergen” los impactos del cambio climático como una señal perceptible en su variabilidad habitual.
El maíz se cultiva en todo el mundo por lo cual Norteamérica y Centroamérica, África Occidental, Asia Central, Brasil y China verán disminuir los beneficios de este alimento en los próximos años y más adelante, a medida que aumenten las temperaturas promedio en estas regiones, puntualiza la indagación.
Por su parte, refiere, el trigo, que crece mejor en climas templados, podría tener un área más amplia de cultivo a medida que aumenten las temperaturas, incluyendo el norte de Estados Unidos y Canadá, las llanuras del norte de China, Asia Central, el sur de Australia y el este de África.
Los autores indicaron que la temperatura no es el único factor tenido en cuenta en los modelos al simular el rendimiento futuro de los cultivos.
De acuerdo con sus estimaciones, los niveles más altos de dióxido de carbono en la atmósfera tienen un efecto positivo en la fotosíntesis y la retención de agua, aumentando el rendimiento de los cultivos, aunque a menudo esto los hace menos nutritivos.
Este efecto se da más para el trigo que para el maíz, lo que se capta con mayor precisión en la generación actual de modelos, revelaron.
Asimismo, explican que las temperaturas más altas también afectan la duración de las temporadas de crecimiento y aceleran la madurez de los cultivos, concluyeron.
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