Sin detallar el monto solicitado, o si la organización pagará el rescate, Derifonce señaló la posibilidad de que otros conductores se rehúsen a arriesgar sus vidas para distribuir carburantes, lo cual acentuará aun más la crisis, reconoció.
Ante los hechos, la Asociación de Conductores de Productos Petroleros de Haití se declaró en huelga para denunciar la inacción de las autoridades policiales y pedir la liberación de los rehenes.
El Gobierno anunció el establecimiento de un corredor de seguridad para permitir el suministro de los carburantes, sin embargo, este lunes cuatro choferes fueron raptados en Martissant, en la salida sur de la capital; y dos camiones cisterna destinados al Ministerio de Economía y Finanzas se encuentran en manos de los captores.
Esa zona es escenario de enfrentamientos en los últimos días, con varios fallecidos y heridos, según destacó la prensa local, mientras se mantiene paralizado el tráfico desde Puerto Príncipe hacia los departamentos del sur del país.
La víspera intensos intercambios de disparos de armas automáticas, presuntamente lideradas por los jefes de bandas Ti lapli y Christla, detuvieron las actividades económicas en el área.
La zona se disputa desde inicios de junio, empujando a más de 19 mil personas a abandonar la barriada, mientras un centenar pereció en el fuego cruzado.
En tanto, el nuevo director policial, Frantz Elbé, no se pronunció sobre la situación, a pesar de que la guerra de las pandillas amenaza nuevamente la tímida reanudación en la distribución de los carburantes, paralizada durante dos semanas, lo cual puso en peligro la vida de pacientes en hospitales, además de los centros productores del oxígeno y compañías vitales del país.
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