Barbecue, sobre quien pesa una orden de arresto por el ataque contra la comitiva del jefe de Gobierno, se paseó este miércoles con la prensa por Cité Soliel, uno de los barrios más pobres del país, y leyó una declaración en la cual acusó a Henry de estar implicado en el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
“Nosotros, los líderes de la Fuerza Revolucionaria Federación G-9 y Aliados exigimos inmediatamente la dimisión del primer ministro Ariel Henry, sobre todo porque se sospecha que participó en el odioso y vil asesinato del presidente la República, Jovenel Moïse”, dijo Barbecue con dos banderas de Haití colocadas como fondo.
En su discurso también implicó al actual ministro del Interior y Justicia, Litz Quitel, en el secuestro del pastor Jean Pierre Ferrer Michel, retenido desde inicios de octubre y por el cual la familia pagó casi un millón de dólares, según reportes de la prensa local.
El expolicía, a quien el Gobierno y organizaciones de derechos humanos relacionan con varias masacres en zonas desfavorecidas, dijo estar dispuesto a desalojar a Henry de la oficina gubernamental incluso “a costa de sangre”.
Según el poderoso líder de bandas, la pobreza sistemática del país está fundada sobre la base del complot urdido entre los políticos tradicionales y la burguesía corrupta y pervertida.
“¿Por qué no tenemos agua potable para beber? ¿Por qué no tenemos universidades? ¿Por qué no tenemos parques de atracciones para los niños?”, dijo Cherizier mientras caminaba entre las precarias viviendas de Cité Soleil.
También señaló que el país necesita un Gobierno capaz de solucionar la problemática de los secuestros y restablecer el clima de seguridad.
Unos 800 raptos para exigir rescate registró el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos de enero a octubre, entre ellos 17 misioneros de Estados Unidos y Canadá que hace casi tres semanas se encuentran en manos de sus captores.
Además, las bandas con un amplio control de vastas zonas capitalinas detuvieron la distribución de combustible, mientras hostiles enfrentamientos empujaron a más de 19 mil personas a huir de sus hogares.
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