En un mensaje a los participantes en la conferencia “Promover la protección infantil en tiempos de Covd-19 y más allá”, el sumo pontífice llamó a que el cuidado de los infantes sea la promoción de un servicio abierto, confiable y de autoridad reconocida.
En firme contraste a cualquier forma de dominación, desfiguración de la intimidad y silencio cómplice, dijo Francisco, quien se refirió a la rectificación en la iglesia, “urgidos por el dolor y la vergüenza por no haber sido siempre buenos custodios” de los menores “en nuestras actividades educativas y sociales”.
Si el abuso es un acto de traición a la confianza, que condena a muerte a quienes lo padecen y genera profundas grietas en el contexto en el que se produce, la prevención debe ser un camino permanente para promover una confianza, siempre renovada y cierta, hacia la vida y el futuro, con el cual los menores puedan contar, indicó.
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