Los autores describieron en esa reconocida publicación británica la primera identificación en animales de la cepa detectada por primera vez en el sureste de Inglaterra y que se conoce comúnmente como la variante de Reino Unido o B.1.1.7.
Dos gatos y un perro dieron positivo a la prueba PCR, mientras que otros dos de los felinos y un canino mostraron anticuerpos entre dos y seis semanas después de haber desarrollado signos de enfermedad cardíaca, detallaron en el texto.
Muchos de los propietarios desarrollaron síntomas respiratorios varias semanas antes de que sus mascotas enfermaran y también se les detectó la enfermedad a través de pruebas, precisaron.
Todos estos animales presentaron en un inicio problemas del corazón, incluida una miocarditis grave (inflamación del músculo cardíaco), remarcaron.
«Nuestro estudio informa de los primeros casos de gatos y perros afectados por la variante Alfa de la Covid-19 y pone de relieve, más que nunca, el riesgo de que los animales de compañía puedan infectarse con el SARS-CoV-2», afirmó el autor principal Luca Ferasin.
Advirtió además que las manifestaciones clínicas atípicas caracterizadas por graves anomalías cardíacas, una complicación bien conocida en las personas afectadas por la pandemia, nunca se había descrito en los animales domésticos.
Sin embargo, la infección en estos sigue siendo relativamente rara y, según las observaciones de la investigación, parece que la transmisión se produce de los seres humanos a los animales, y no a la inversa, defendieron los miembros del Centro de Referencia Veterinaria Ralph en Reino Unido.
Dos investigaciones presentadas a inicios de julio último en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas, sugirieron que, aunque la mayoría de mascotas no muestran signos del patógeno, era más probable de lo que se creía que perros y gatos padecieran la Covid-19.
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