La viuda, única testigo presencial de los hechos, aseguró que los patrocinadores y autores intelectuales del asesinato continúan libres y sin miedos por las calles, y reiteró su petición de justicia.
“El estado haitiano tiene la obligación de facilitar la realización de la investigación. Si dejamos que la gangrena de la impunidad nos engulla no podremos hablar de democracia”, dijo en un mensaje en la red social Twitter.
Moïse fue ultimado en su residencia privada de la capital el pasado 7 de julio, aparentemente por un comando armado integrado por exmilitares colombianos, muchos de los cuales se encuentran detenidos en la Penitenciaría Nacional.
Sin embargo, la investigación avanza lentamente y a finales de octubre el registro del Tribunal de Primera Instancia de Puerto Príncipe, y la oficina del juez que investiga el asesinato, Gary Orélien, fueron saqueados.
El presidente del Tribunal Bernard Saint Vil aseguró que no hurtaron ninguna prueba relativa al caso, no obstante poco después fue trasladado el fiscal de Puerto Príncipe, Frantz Louis Juste.
El canciller y ex primer ministro, Claude Jospeh afirmó este domingo que la expectativa de la población sigue intacta y se comprometió a continuar las discusiones con países amigos para promover la cooperación judicial internacional.
Por su parte, el expresidente de la Cámara de Diputados, Gary Bodeau, recordó que sin justicia no hay democracia, y el exparlamentario Alfredo Antoine reiteró que a Moïse lo asesinaron por sus ideas.
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