Las autoridades belarusas aspiran a una escalada que causará víctimas mortales, dijo Waurzyk a la emisora nacional Polskie Radio, en tanto el presidente de la nación vecina, Alexander Lukashenko, consideró que Varsovia usa como pretexto la inmigración ilegal para emplazar a sus efectivos más cerca de las fronteras.
Días atrás Lukashenko expresó su negativa a contener a los irregulares que intentan llegar a la Unión Europea (UE), al afirmar que su país «no tiene ni dinero ni fuerzas para hacerlo» debido a las sanciones occidentales.
Los guardias fronterizos belarusos denunciaron en numerosas ocasiones que Letonia, Lituania y Polonia empujan por la fuerza a los inmigrantes hacia su territorio nacional.
Esa espiral de tensiones provocó que la cancillería polaca convocara al encargado de negocios de Minsk aquí, Aleksander Czesnowski.
La acción del ejecutivo de Varsovia sucedió a una denuncia gubernamental tras la supuesta entrada al país de un «grupo de hombres uniformados y armados no identificados».
Ante esa situación Lukashenko consideró que Polonia busca pretextos para emplazar a sus efectivos más cerca de las zonas limítrofes y ratificó que su país “responderá con dureza”, ante lo que consideró como un provocación, según reportó entonces la agencia de noticias Sputnik.
De su lado Wawrzyk transmitió a la parte belarusa su “firme protesta” por lo que calificó de violación de la frontera y pidió investigar el incidente. Pero la tensión bilateral aumentó tras el anuncio por parte de Polonia de la construcción de un dispositivo centinela en zona limítrofe y el llamado gubernamental a una reforma a la ley de extranjería que permitiría expulsiones inmediatas de migrantes.
Esta última acción daría curso legal a la devolución de los indocumentados sin tener en cuenta ni siquiera sus peticiones de asilo, acción condenada por la comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos.
El gobierno del presidente polaco, Andrzej Duda, recibió acusaciones, incluso desde la UE, por expulsar ilegalmente a migrantes, mientras un reportaje de la cadena nacional TVN24 mostró cómo miembros de la Guardia Fronteriza interceptaban a un grupo de indocumentados.
En ese contexto 183 municipios polacos colindantes con Belarús están en estado de emergencia desde el pasado 2 de septiembre, acción condenada por el presidente Lukashenko.
Mientras medios de prensa polacos dieron cuenta días atrás del envío de dos mil 500 soldados y carros de combate Leopard, de fabricación alemana, a la zona limítrofe bajo el pretexto de «ayudar a los guardias a proteger la zona de los inmigrantes ilegales” según Varsovia.
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