La comisión creada a finales del año pasado para redactar la nueva carta magna consultó al menos cinco informes anteriores, diversos artículos, libros y a expertos.
El cambio constitucional es largamente deseado en Haití, sin embargo, no pocos señalan que con la actual crisis política, aumento de la inseguridad y peticiones de renuncia al mandatario Jovenel Moïse, no es el momento adecuado.
El texto prevé el regreso a un régimen presidencial y el primer ministro será sustituido por un vicepresidente también electo durante los sufragios universales.
De esta manera el CCI resta peso al órgano legislativo que hasta el momento aprueba al primer ministro, su programa de gobierno y los responsables de carteras, lo que usualmente resulta en prologadas negociaciones.
También permite a los integrantes de la diáspora participar en la vida política, acceder a puestos gubernamentales y legislativos, así como autoriza a los ciudadanos a disfrutar de nacionalidades múltiples, un derecho vetado en la actual ley de leyes.
El mandato presidencial tendrá una duración de cinco años y establece que ese periodo no puede ser acortado o prolongado, y tampoco nadie puede beneficiarse de dos consecutivos, según el texto. El CCI anunció que el anteproyecto será discutido por los sectores de la sociedad hasta el 22 de febrero, y tras ese proceso podría sufrir cambios y enmiendas según las propuestas recogidas, mientras su votación está prevista para el 25 de abril.
Sin embargo, para la oposición y plataformas sociales el domingo próximo el presidente debe ceder el poder a un gobierno transitorio encabezado por un juez de casación, que permita la estabilización del país a través de un acuerdo nacional.
Según esta postura, si Moïse permanece en el Palacio Nacional más allá del 7 de febrero será considerado un gobierno de facto.
Ya el gobernante rechazó esta particular interpretación de la Constitución y asevera que su mandato culmina en 2022, luego del referéndum constitucional y la celebración de elecciones, y afirmó que los gobiernos de transición terminaron con la administración de Jocelerme Privet.
Si Moïse logra permanecer en su puesto sin alcanzar un acuerdo nacional el país se sumirá en el caos, indican expertos.
El 2021 será un año de combate, de muerte, dijo Jospeh Lambert, un político veterano ahora al frente de un diezmado Senado.
Mientras tanto, la oposición organiza movilizaciones antigubernamentales para forzar la salida del presidente y ya acordó establecer un gobierno interino de dos años, formado por representantes de la sociedad civil y los partidos políticos, ante un eventual traspaso de poder.
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