Por medio de una declaración emitida este miércoles por la oficina de su portavoz, el titular de Naciones Unidas reiteró la importancia de que las cuestiones relacionadas con la migración y los refugiados se aborden de acuerdo con los principios humanitarios y el derecho internacional.
Esas situaciones no deben utilizarse con fines políticos y convertirse en una causa de tensión entre los Estados, subraya el texto.
Por su parte, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, llamó a Belarús y Polonia a tomar medidas inmediatas para resolver los problemas en la frontera, donde cientos de personas están atrapadas soportando temperaturas gélidas.
La diplomática chilena aseguró que debe concederse acceso inmediato a los trabajadores humanitarios y a periodistas y abogados.
“De acuerdo con el derecho internacional, nunca se debe impedir a nadie que solicite asilo u otras formas de protección, y se deben considerar individualmente sus necesidades de protección”, expresó.
Las fuertes respuestas centradas en la seguridad y con carga política de ambas partes, incluso a través del mayor despliegue de tropas, y la retórica incendiaria que las acompaña, solo sirven para aumentar la vulnerabilidad y los riesgos que enfrentan migrantes y refugiados, opinó.
Recientemente, el presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, calificó de chantaje la decisión de Polonia de enviar tanques a la frontera común para enfrentar a inmigrantes que intentan ingresar a la Unión Europea.
“Entendemos lo que significa hoy librar una guerra con gente desafortunada en la frontera de Polonia, por ejemplo, con Belarús, y desplegar columnas de tanques. Está claro que esto es algún entrenamiento o chantaje”, expresó a la revista rusa Defensa Nacional.
Lukashenko aseveró que en el mundo moderno, tomar las armas es como un suicidio, sobre todo en el centro de Europa.
Esta crisis migratoria de Belarús con Letonia, Lituania y Polonia comenzó a principios de año y se fue intensificando en los últimos días, cuando miles de personas por el lado belaruso se aglomeraron en la frontera con territorio polaco.
Según medios de prensa, algunos de estos inmigrantes intentaron ingresar al vecino país al romper la valla de alambre de púas que separa a las dos naciones.
A juicio de Lukashenko, los países occidentales son los culpables de esta situación, ya que por sus acciones la gente huye de la guerra y los problemas económicos.
Por su parte, la Unión Europea acusa a Minsk de promover la crisis migratoria de forma deliberada y pide la imposición de nuevas medidas restrictivas contra esa nación.
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