El objetivo del barrido, indicó, es detectar los pacientes, darles tratamiento, intentar cortar la cadena de trasmisión de la enfermedad y evitar la propagación a otras comunidades aledañas.
La CCSS apuntó que el tratamiento oportuno evita las complicaciones graves, disminuye el costo social por días de inactividad laboral, disminuye la transmisión y favorece los controles eficaces contra la malaria.
Tras señalar que las comunidades afectadas se encuentran en una ruta migratoria altamente transitada, la entidad refirió que ello hace más difícil la contención de la enfermedad.
Detalló que Costa Rica es un país de baja incidencia malárica, y precisó que la mayoría de los casos se concentran actualmente en La Región Huetar Norte, en el cantón de Los Chiles.
Además, explicó que la malaria es trasmitida por el mosquito anófeles, el cual es natural (endémico) en esa zona, y entre sus síntomas -aparecen entre 10 y 15 días después de la picadura del insecto infectado- mencionó fiebre alta, escalofríos, sudoración, anemia, dolores musculares, dolor de cabeza, bazo e hígado agrandados, entre otros.
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