El personal de salud y los defensores del proceso de inmunización son víctimas de amenazas, cada vez con más frecuencia, afirmó Susanne Johna, presidenta del sindicato de médicos Marburger Bund, al grupo nacional de medios Funke.
Johna explicó que la violencia aumentó tanto en frecuencia como en gravedad y que ella misma fue víctima de muchos correos electrónicos amenazantes.
Me veo obligada a bloquear a personas en mis cuentas de Twitter y Facebook prácticamente todos los días, afirmó.
Los representantes del personal sanitario alertaron sobre el incremento de la agresividad en los pacientes, quienes reaccionan así ante la aplicación de medidas como el confinamiento, las restricciones de contacto, las máscarillas obligatorias o las pruebas PCR.
Esa situación provoca conflictos entre médicos y enfermos, pero también disputas con los familiares, afirmó Grit Genster, sindicalista y experto del sector.
En Alemania la epidemia se expande y el país superó la víspera el umbral de los 50 mil contagios diarios, según el instituto Robert Koch (RKI), encargado del control de las enfermedades infecciosas.
La cifra de hospitalizados aumenta cada vez más, lo que forzó al eventual futuro jefe de Gobierno Olaf Scholz a reaccionar.
El socialdemócrata, actual vicecanciller federal y probable sucesor de Angela Merkel, observó lo que a todas luces centrará la atención de su mandato en los primeros meses si éste logra concretarse antes de diciembre.
Pero las críticas aumentan ante la falta de preparación frente al nuevo rebrote, según la prensa nacional.
Tenemos que adoptar las medidas necesarias para pasar este invierno, alertó Scholz cuyo plan de gobierno aboga por una nueva campaña de vacunación, una ofensiva de test de detección y restricciones para las personas no inmunizadas.
De su lado el ministro de Sanidad, Jens Spahn, se mostró partidario de nuevos cierres parciales de la vida pública, puntuales a nivel regional con el fin de romper el actual rebrote.
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