Durante la tarde cientos de personas convocadas por redes sociales se congregaron en la explanada, convertida en Plaza de la Dignidad por las multitudinarias manifestaciones de la revuelta popular que estalló el 18 de octubre de 2019.
En esta ocasión la protesta fue citada para reclamar la libertad de las personas que permanecen aun presas por su participación en las demostraciones callejeras de finales de 2019 y demandar la renuncia del presidente Sebastián Piñera, quien sigue contando con niveles de rechazo superiores al 70 por ciento según encuestas.
Pero también este viernes los manifestantes se expresaron con carteles y grandes telas por la disolución de Carabineros de Chile y el fin del toque de queda, mantenido por el gobierno desde hace un año entre las medidas para contener la pandemia de Covid-19.
Asimismo, se pronunciaron en contra de los intentos de mayor militarización de la región de la Araucanía y otros territorios del sur del país, tema que cobró actualidad en las últimas semanas tras la petición de fuerzas de derecha al Gobierno para que decrete el estado de sitio en esa zona del país.
Precisamente, el general Baquedano fue el jefe militar que en 1869 encabezó la guerra de ocupación de la Araucanía, lo que no pudieron conseguir los colonizadores españoles, y lo cual para historiadores marca un largo conflicto con el pueblo mapuche que se prolonga hasta el presente.
La convocatoria de las redes sociales llamaba a la concentración en la Plaza de la Dignidad y también a avanzar hacia el Palacio de La Moneda.
Por ello, desde alrededor de las 17:00, hora local, un gran contingente antidisturbios con apoyo de carros lanza agua y lanza gases fue apostado a la altura del cerro Santa Lucía para impedir cualquier intento de los manifestantes de acercarse a la casa de Gobierno.
El tráfico quedó interrumpido a lo largo de varias cuadras en la Alameda Bernardo O´Higgins, donde se produjeron enfrentamientos entre grupos de manifestantes y fuerzas policiales que intentaban desalojarlos con potentes chorros de agua y gases lacrimógenos.
Tras el incendio de la estatua, las fuerzas policiales despejaron la explanada con el uso de los mismos medios, también utilizados los lanza agua para apagar el monumento en llamas, y según informaciones preliminares, al menos una decena de personas resultaron detenidas durante los incidentes
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