Ezra Blount permaneció en coma inducido desde el día de los acontecimientos, el pasado 5 de noviembre, en un intento de salvar su vida después de que sufriera un traumatismo cerebral, renal y hepático.
Según testigos, el niño quedó atrapado entre la turba de los fans del evento musical, que ocurrió en Houston, Texas.
Ezra estaba sobre los hombros de su padre, Treston Blount, cuando la multitud empezó a aplastarse y Blount se desmayó, provocando la caída de su hijo.
La familia del niño contrató a los abogados Benjamin Crump, Alex Hilliard, Bob Hilliard y Paul Grinke para que los representen en una demanda contra los organizadores, quienes según expertos fallaron en el control de la multitud durante el concierto.
Durante evento, fundado por la estrella del hip-hop Travis Scott, Ezra sufrió lesiones que pusieron en peligro su vida, alegaron los abogados en un comunicado.
La muerte de Ezra es absolutamente desgarradora. Nos comprometemos a buscar respuestas y justicia para la familia Blount. Este no debería haber sido el resultado de llevar a su hijo a un concierto, añadieron.
El promotor de Astroworld, Live Nation, aseguró en un comunicado el viernes que apoya a las autoridades locales en su investigación en curso para que tanto los fans que asistieron como sus familias puedan obtener las respuestas sobre lo ocurrido.
El jefe de la policía de Houston, Troy Finner, trató de atribuir parte de la culpa de la tragedia a Scott, que estaba actuando en el escenario cuando comenzó el pandemónium en la audiencia.
Según una cronología publicada por el diario Houston Chronicle, el suceso que dejó víctimas masivas tuvo lugar en torno a las 9:38 pm hora local, sin embargo, el espectáculo se prolongó hasta pasadas las 10.
«Travis Scott no sabía que estaba ocurriendo en el público, por eso no detuvo su show inmediatamente», dijo su abogado, Edwin McPherson, algo que es refutado por testigos y autoridades.
En una historia de Instagram publicada un día después de los acontecimientos, el rapero aseguró estar «devastado» por lo ocurrido y que nunca imaginó que sucediera “algo así”.
Scott se ofreció a pagar los funerales de los fallecidos y prometió devolver el dinero a los asistentes al festival.
Los otros nueve asistentes al concierto que murieron tenían entre 14 y 27 años, e incluyen a una estudiante universitaria de 22 años que murió poco después del evento a causa de la gravedad de las heridas.
Una semana antes de la estampida mortal de Houston, el rapero actuó en Nueva York, y muchos de los asistentes aseguran regresar a sus casas amoratados o con evidentes rasguños como consecuencia del furibundo baile que incita este rapero.
Scott construyó un nombre multiplatino ampliamente visto como un avatar de excesos, describió el crítico Joe Coscarelli en The New York Times .
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