En un comunicado, la ONU manifestó estar consciente de la complejidad de la situación en Haití y de su posible impacto en el país, así como de la preocupación de la sociedad dominicana frente a la agudización de esta crisis.
Así como del apoyo del gobierno dominicano en la movilización de la comunidad internacional, a las autoridades y al pueblo haitiano, en la búsqueda de soluciones sostenibles y de una respuesta a la crisis en su dimensión humanitaria, de seguridad y de desarrollo.
Además, la organización reconoció la soberanía del Estado dominicano en materia de gestión y de control fronterizo y migratorio y como esta viene desde hace muchos años colaborando en ese sentido en cumplimiento de los estándares y convenciones internacionales.
Sin embargo, agregó el comunicado, «nos permitimos expresar preocupación por las acciones realizadas recientemente en varias regiones del país por parte de las autoridades, que ponen en riesgo la integridad física y la vida, principalmente de mujeres embarazadas, las cuales buscaban o inclusive ya recibían atención en centros de salud y hospitales».
“Estas conductas incumplen el proceso establecido en los protocolos nacionales y las convenciones y estándares internacionales que prohíben la deportación de mujeres embarazadas, lactantes, personas adultas mayores y personas enfermas”.
Por último, el Sistema de Naciones Unidas llamó a las autoridades del país encargadas de aplicar las decisiones tomadas por el Consejo Nacional de Migración, a prevenir y suspender las mencionadas acciones y restablecer el respeto por la dignidad humana en la aplicación de sus políticas migratorias y de seguridad.
La semana pasada, las autoridades migratorias de esta nación comenzaron una campaña de detención y expulsión del país de mujeres haitianas embarazadas, lo cual aunque la ley lo faculta a hacer deportaciones automáticas de los extranjeros en situación irregular, el reglamento de esa norma prohíbe expresamente detener a mujeres embarazadas.
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