La jefa de la misión de asistencia de Naciones Unidas en aquella nación, Deborah Lyons, informó la víspera sobre la crisis de confianza tanto dentro como fuera de ese territorio.
A pesar de una leve mejora en la situación de seguridad, los afganos se sienten abandonados por la comunidad internacional y ansiosos por el nuevo liderazgo, dijo.
“En última instancia, los talibanes deben decidir si gobernar de acuerdo con las necesidades y derechos de la diversa población afgana, o si gobernar sobre la base de una ideología estrecha y una base étnica aún más estrecha”, afirmó.
Si bien están realmente tratando de presentarse como un gobierno, también se encuentran limitados por la falta de recursos y una ideología política que choca con las normas internacionales contemporáneas de gobernanza, manifestó.
Además, añadió, el movimiento talibán no se ganó la confianza de la mayoría de los afganos ni los convencen todavía de su capacidad para gobernar.
En este contexto, Lyons hizo hincapié en que la comunidad internacional debe seguir comprometida en un diálogo con los líderes talibanes a fin de dar forma a una trayectoria futura más positiva.
Según destacó, abandonar al pueblo afgano ahora “sería un error histórico, un error que se ha cometido antes con trágicas consecuencias”.
Asimismo, la alta representante de la ONU habló sobre las primeras interacciones de su equipo con la administración afgana de facto, y consideró que los compromisos obtenidos resultaron en general útiles y constructivos.
En tanto, los talibanes señalaron que quieren una presencia de la ONU en Afganistán y valoran su asistencia, indicó la diplomática canadiense. Tenga la seguridad, manifestó al Consejo de Seguridad de la ONU, de que no hemos rehuido plantear cuestiones difíciles, en particular sobre los derechos de las mujeres, la educación de las niñas y sobre los informes de acoso y ejecuciones extrajudiciales.
Pero los talibanes apuntan que por ahora existen “límites” a las concesiones que están dispuestos a hacer en ciertos temas, incluidos los derechos y libertades de las mujeres, expuso Lyons.
Si bien las autoridades de facto habían asegurado inicialmente a la comunidad mundial que protegerían los derechos de ellas dentro de la ley islámica, se registra realmente una restricción de esas garantías y libertades fundamentales.
jf/ifb