El Sistema de Investigación y Predicción de la Calidad del Aire (Safar) midió el índice general (AQI) de Nueva Delhi en 362, reflejó el periódico Daily News and Analysis.
Un AQI de cero a 50 se considera bueno, de 51 a 100 satisfactorio, desde 101 hasta 200 moderado, de 201 a 300 pobre o malo, de 301 a 400 muy pobre y de 401 a 500 grave.
El Departamento Meteorológico de la India calculó la velocidad máxima del viento en ocho kilómetros por hora.
Un anuncio del ministro de Medio Ambiente de Delhi, Gopal Rai, señaló que los departamentos del gobierno trabajarán al 100 por ciento desde casa hasta el 21 de noviembre.
Las escuelas y bibliotecas permanecerán cerrados hasta nueva orden en vista de la crisis de la contaminación del aire.
Rai informó el despliegue de carros de bomberos para rociar agua en los puntos conflictivos de la ciudad y a su vez se prohibió la entrada de camiones a la urbe, excepto los que transportan artículos de primera necesidad, hasta el 21 de noviembre.
Los expertos determinaron que la polución en Nueva Delhi empeora en octubre y noviembre debido a la quema de rastrojos por parte de los agricultores en los estados vecinos, la velocidad desfavorable del viento y la emisión de humo del tráfico local.
Las emanaciones de los vehículos son las fuentes locales que más contribuyen a la contaminación por partículas nocivas para la salud humana en la urbe, señaló el Centro de Ciencia y Medio Ambiente.
Las partículas PM2,5 (menores de 2,5 micras) son suficientemente pequeñas para adentrarse en el sistema respiratorio y perjudicar la función pulmonar.
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