Montès Joseph, coordinador de Frente Unificado de Transportistas Haitianos, alertó que el alza provocará el incremento de los precios de los productos de primera necesidad en momentos en que 4,4 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria.
Como el combustible es un producto transversal, el resultado final será un aumento de la pobreza, dijo el sindicalista que denunció una conspiración entre el Gobierno y la industria petrolera.
No obstante, señaló que si las autoridades insisten en llevar el plan hacia adelante, deberán subvencionar a los sectores vulnerables que serán los más afectados con la medida.
Desde hace varios años, el Gobierno de Haití intenta dejar de subvencionar el combustible, pero la aplicación de la medida en julio de 2018 provocó una explosión social sin precedentes, que costó el cargo al entonces primer ministro Jack Guy Lafontant, y abrió un ciclo de manifestaciones antigubernamentales que concluyeron meses antes del asesinato del presidente Jovenel Moïse.
Las autoridades argumentan que la subvención de los carburantes beneficia especialmente a los segmentos más ricos, al tiempo que desangra el Tesoro estatal, una tesis compartida por disímiles economistas.
No obstante, para amplios sectores de la población un aumento solo sumirá a un mayor por ciento en la pobreza, mientras cerca de la mitad de los haitianos vive con menos de dos dólares diarios.
msm/ane