Así expresó la secretaria general adjunta de Naciones Unidas, Amina Mohammed, en un evento organizado aquí para conmemorar el Día Mundial del Inodoro.
La falta de un saneamiento seguro, compromete la seguridad y la dignidad de millones de personas, saca a las niños de las escuelas y afecta a millones de mujeres, apuntó.
A diferencia de muchos de los complejos desafíos que enfrentamos, ese es un problema que puede resolverse y cada dólar invertido en ello ofrece cinco veces más beneficios económicos, subrayó la alta representante de la ONU.
Si continúa el ritmo actual de progreso, el saneamiento para todos se convertirá en una realidad en algún momento del siglo XXII, consideró.
Por eso hoy, en el Día Mundial del Inodoro, pedimos a los Gobiernos que aceleren sus esfuerzos en esa área, para cuadriplicar la tasa de progreso.
Alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 sobre el acceso al agua limpia y saneamiento, significa proporcionar baños básicos para casi mil 700 millones de personas y servicios de recolección y tratamiento de desechos para más del doble de esa cantidad, recalcó.
En tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió en un comunicado una inversión urgente y masiva en ese sentido, así como la innovación, a lo largo de toda la “cadena de saneamiento”, desde los baños hasta el transporte, recolección y tratamiento de los desechos. Por cada dólar invertido en inodoros y saneamiento, detalló, se devuelven hasta cinco dólares en costos médicos ahorrados, mejor salud, mayor productividad, educación y empleos, señaló.
De acuerdo con cifras de la ONU, una de cada dos personas en el mundo no tiene acceso a un baño adecuado.
Por eso su campaña de este año para la fecha hace hincapié en que los inodoros —y los sistemas de saneamiento en los que se basan— están infrafinanciados, mal gestionados o descuidados en muchas partes del mundo.
Esto entraña consecuencias devastadoras en múltiples ámbitos, en especial en las comunidades más pobres y marginadas.
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