El abogado y empresario de 44 años ha sido blanco de críticas por sus cambios constantes de bandos políticos. Comenzó su carrera dentro de la Democracia Cristiana (centroizquierda), luego pasó al partido de derecha Ciudadanos y posteriormente se postuló a la presidencia como candidato independiente.
Respaldó a Sebastián Piñera cuando en 2017 se presentó para un segundo mandato y bajo su gobierno ocupó los cargos de vicepresidente de la Corporación de Fomento de la Producción, ministro de Desarrollo Social y presidente del Banco Estado, cargo este último al que renunció en diciembre de 2020 tras el anuncio de su aspiración al Palacio de La Moneda.
En las primarias del 18 de julio pasado, Sichel causó gran sorpresa al imponerse frente al favorito Joaquín Lavín, con 49 por ciento de los votos, su único triunfo electoral hasta ahora después de dos intentos fallidos por llegar al Congreso Nacional.
Durante varios meses estuvo a la cabeza en las encuestas para ganar la primera vuelta de las elecciones del 21 de noviembre y pasar a una eventual segunda ronda, junto con el candidato de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, Gabriel Boric.
Sin embargo, en los últimos tiempos su candidatura cayó del segundo al cuarto lugar, motivado por una serie de errores, denuncias de corrupción y por el escándalo de los Papeles de Pandora, en el que se vió involucrado el presidente Piñera.
Que Piñera, a pocos días de una elección, sea protagonista por una acusación constitucional, es una mala noticia para los candidatos del Gobierno, opinó en entrevista reciente al sitio digital El Mostrador el director de la agencia de investigación y sondeo de opiniones Tú Influyes, Axel Callís.
Sichel sufrió también un duro golpe luego de las revelaciones sobre un eventual financiamiento irregular de empresas pesqueras a su candidatura a diputado en 2009.
Otro tema que incidió en su caída fue el debate en el Congreso Nacional de la propuesta de un cuarto retiro del 10 por ciento de las pensiones para permitir a los ahorristas enfrentar la crisis generada por la Covid-19.
Sichel fue uno de los principales detractores de esa iniciativa y hasta llegó a presionar a los parlamentarios de su alianza para que votaran en contra en la Cámara de Diputados, sin embargo, después tuvo que reconocer públicamente que extrajo 10 por ciento de su fondo de jubilación.
Con esta posición no sólo quedó en entredicho su liderazgo en la coalición, sino también su credibilidad.
En plena cuenta regresiva hacia los comicios del 21 de noviembre, muchos militantes de partidos de la coalición oficialista abandonaron a Sichel y se cambiaron de bando para apoyar al aspirante de la ultraderecha, José Antonio Kast.
Aunque Kast fue el gran derrotado en el último debate presidencial, donde Sichel aprovechó para golpear a su rival y ganar terreno, los analistas ven poco probables cambios en las tendencias de las encuestas.
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