Mediante un comunicado, dicha organización señaló que la crisis sanitaria y socioeconómica causada por el coronavirus SARS-CoV-2 representa un riesgo para la vida y los derechos de las féminas refugiadas, desplazadas y apátridas.
‘El impacto sin precedentes de la pandemia pone a muchas personas en peligro. Observamos un aumento extremadamente preocupante de los informes sobre violencia de género, trabajo infantil y embarazos de adolescentes’, indicó el representante del Acnur, Filippo Grandi.
Asimismo, lamentó el deterioro de logros importantes en la lucha por la igualdad.
La comunidad internacional debe incrementar el apoyo a la protección de las mujeres y niñas. Esto supone respaldar programas humanitarios y fomentar la educación, entre otras iniciativas, añadió.
Grandi recordó que muchos refugiados perdieron sus sustentos y cayeron en la extrema pobreza durante los últimos meses, por lo cual pidió la ayuda de gobiernos y organizaciones.
Por su parte, la alta comisionada adjunta para la Protección, Gillian Triggs, afirmó que las mujeres migrantes se encuentran en alto riesgo de abuso, explotación y tráfico sexual.
Muchas niñas están siendo obligadas a dejar la escuela para trabajar, ser vendidas o casadas. La discapacidad, la orientación sexual o identidad de género también son causas de discriminación y suponen un riesgo, afirmó.
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