De hecho, el canciller de ese país, Marcelo Ebrard, encabezará personalmente la reunión, según difundieron sus organizadores.
Justo el mes pasado, la alta representante de Naciones Unidas para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, reiteró la necesidad de incluir en la agenda del Consejo de Seguridad la amenaza que representa el tráfico de pequeñas armas.
Ese comercio ilegal es sumamente preocupante en el contexto de las operaciones de paz, alertó la funcionaria al organismo de la ONU encargado de velar por la seguridad internacional.
Los flujos ilícitos de armas pequeñas y ligeras, dijo, pueden empeorar o sostener la dinámica del conflicto y hacer ineficaces los embargos de armamento.
Además, ponen en peligro al personal de mantenimiento de la paz, a los trabajadores humanitarios y a las poblaciones locales, recalcó.
El tráfico ilegal de pequeñas armas puede complicar los logros obtenidos en los acuerdos de paz de todo el mundo, enfatizó.
Por ello, Nakamitsu alentó a los miembros del Consejo de Seguridad a que integren las consideraciones sobre la gestión de armas y municiones en su labor de prevención de conflictos.
En su presidencia rotatoria este mes del Consejo, México tiene entre los temas priorizados en la agenda de trabajo el tráfico y desvío de armas pequeñas y ligeras, y su impacto en la seguridad internacional.
Así expresó a inicios de noviembre el embajador mexicano ante la ONU, José Ramón de la Fuente, y también indicó que abordarán asuntos como la situación en Medio Oriente, particularmente en Siria, Yemen, Iraq y Afganistán.
México es miembro no permanente del Consejo de Seguridad desde el 1 de enero de 2021 y finalizará su mandato el 31 de diciembre de 2022.
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