De ellos, de acuerdo con la plataforma Grita de Temblores ONG, el 54,37 por ciento ocurrió esta capital, el 11,65, en Valle del Cauca y el 7,77 por ciento to en Cauca, refiere el informe Tiros a la vista: Traumas oculares en el marco del paro nacional.
El texto evidencia la violenta represión de la protesta social en el contexto del paro y busca visibilizar las consecuencias del actuar desmedido de la Policía colombiana a través del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad).
El informe en cuya construcción participó el Programa de Acción por la Igualdad y la
Inclusión Social de la Universidad de los Andes, toma como base la documentación y análisis de 12 casos de violencia policial que dejó como resultado trauma ocular irreversible.
Cuatro de ellos, ocurrieron en años anteriores (2003, 2007, 2013) y ocho, en el marco del Paro Nacional de 2021, en las ciudades de Bogotá, Popayán, Florencia, Medellín y Manizales.
La investigación da cuenta de las historias de las víctimas de trauma ocular y se describen las múltiples barreras que han enfrentado para garantizar atención especializada en salud y atención psicosocial.
Pone nuevamente en evidencia patrones en las conductas de agentes del Esmad, que sustentan las denuncias reiteradas sobre la sistematicidad en sus prácticas de uso excesivo y desproporcionado de la fuerza.
«Los casos de violencia policial y en específico de lesiones oculares cometidas en el marco del paro del 2021 registradas en nuestra plataforma, demuestran que el accionar de las fuerzas policiales no cumple con los estándares de derechos humanos internacionales», dijo Alejandro Rodríguez, coordinador de Grita, observatorio de violencia policial de Temblores.
Por tanto es necesario una reforma policial que garantice la integridad y la vida de las personas, añadió
El 28 de abril de 2021 comenzó el paro nacional en rechazo a la reforma tributaria propuesta por el gobierno de Iván Duque, día que marcó un hito histórico en Colombia, al aglomerar a cientos de miles de personas en todo el país, exigiendo sus derechos en medio de la pandemia de la Covid-19.
Las denuncias advierten de heridas ocasionadas por el uso ilegítimo de armas potencialmente letales, como los cilindros de gas lacrimógeno lanzados directamente a los rostros de manifestantes, violando los protocolos establecidos para su uso y los estándares internacionales. En el registro de Temblores, se evidencia que 18 casos de traumas han ocurrido por impacto de granada de gas lacrimógeno disparado al rostro.
De acuerdo con las conclusiones del informe, las protestas sociales en el marco del paro nacional en Colombia, agentes del Esmad violaron de forma generalizada los derechos humanos de las personas manifestantes, al infligir heridas oculares como consecuencia del uso desproporcionado de armas potencialmente letales.
Entre varias recomendaciones al gobierno, los autores del informe instan a desarrollar una reforma estructural a la Policía Nacional, en particular al Esmad que redunde en la protección y garantía de los derechos humanos como fundamento de su accionar y el abordaje de la violencia policial ilícita como problema estructural.
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