El reconocimiento anual creado en 2010 premió en esta ocasión, entre otros, a personas con aportes sobresalientes en “el uso consciente y virtuoso de las herramientas tecnológicas y las redes sociales, incluso en relación con los problemas derivados de la pandemia”, indicó un comunicado del Palacio Quirinal.
Los galardonados representan un amplio espectro de expresiones sociales de solidaridad y crecimiento humano “durante este largo y difícil período” e incluye exaltaciones colectivas.
Entre ellas, a estudiantes del Instituto de Instrucción superior de Vibo Valentia quienes inventaron un dron polinizador y un robot señalizador sobre la necesidad efectiva de irrigación, con los cuales vencieron en la Olimpiada de Robótica.
En esa categoría está también al laboratorio de productos horneados creado en la Cárcel de Menores de Malaspina de Palermo, en el cual los internos aprenden a tomar decisiones y realizar productos de calidad, convertidos, ellos mismos, en parte de una empresa social y protagonistas de su propio futuro.
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