La declaración final del VII encuentro de esa asociación de líderes políticos insiste en que el entendimiento entre las partes beligerantes conducirá “al desmonte definitivo de la guerra”.
Necesitamos, agregan los firmantes, que la paz en Colombia prospere y se concreten el Acuerdo de Paz de La Habana que puso fin a más de medio siglo de conflicto.
La capital cubana fue sede de las negociaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos en representación del Estado Colombiano y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
El proceso concluyó en 2016 con la firma del referido acuerdo, considerado histórico por poner punto final a un conflicto que terminó con la vida de miles de colombianos.
Por otra parte, el ELN continuó las operaciones militares sin que cuajaran varios intentos de diálogo iniciados durante la gestión de Santos.
Las negociaciones fueron detenidas por completo tras el ataque con un coche bomba en enero de 2019 a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander en Bogotá, cuya autoría reivindicó la formación guerrillera.
El Grupo de Puebla también alertó sobre la posibilidad de fraude, persecución política y los riesgos asociados a la inseguridad e integridad física a que están sujetos los líderes progresistas de cara a las elecciones generales en Colombia, previstas para el año próximo.
La advertencia está respaldada por los casi 200 líderes sociales, defensores de derechos humanos y firmantes del Acuerdo de Paz de 2016 asesinados o desaparecidos a menos de un mes de finalizar el 2021.
Ante esta situación, “estaremos vigilantes y prepararemos una observación especial”, advierte el documento.
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