Al mate compartido en atardeceres a orillas del río de la Plata, la presencia sonora de del cantautor fallecido en 1989 se hace imprescindible para sintetizar esencias nacionales.
Entre cinco músicos del país que repasan la obra del trovador en el onomástico, Emiliano Brancciari destaca la voz ‘realmente penetrante y apasionante, que junto al tejido de guitarras te deja cautivo desde el primer minuto’.
La compositora e intérprete Maia Castro confesó una especial conexión con ‘Zamba por vos’, un clásico del prolijo repertorio de Zitarrosa porque ‘en distintas imágenes va hablando del olvido y del desamor’.
Para el histórico músico del grupo Los Olimareños, Braulio López, ‘El violón de Becho’ es la más representativa obra del recordado autor, que se la dio a conocer antes que se editara y al escucharla ‘la canción y la historia me despiertan fibras muy íntimas, y me hacen sentir que tengo a Alfredo cantando cerca’.
Un ganador del Grammy Latino como Hugo Fattoruso afirma que ‘es muy profundo lo que dice’ en sus letras y ‘la forma en que cantaba y las guitarras que lo acompañaban era una cosa fabulosa, te pone la carne de gallina. Más uruguayo que eso no hay’.
La cantautora y actual directora del Teatro Solís, Malena Muyala, se conecta con la obra de Zitarrosa gracias a su experiencia en uno de sus recitales tras la salida en 1985 de la dictadura que obligó al artista al exilio por su compromiso político y al regreso lo recibió una multitud.
A sus entonces 13 años de edad, le fascinó en un repleto estadio la presencia en escena de quien compartía la ‘Milonga para una niña’ que, con el tiempo, la desentrañó como la cuestión de la tradición y el legado oral y en ella ‘nos enseñó un camino, nos incitó a volar y, aunque no esté físicamente, su obra sigue’.
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