Durante una conferencia de prensa en esta capital, Geir Bukholm, directivo del Instituto Nacional de Salud Pública, declaró que este país recaba información sobre lo sucedido en Dinamarca donde fuentes sanitarias informaron la suspensión del fármaco tras la detección de coágulos de sangre en pacientes inmunizados.
Aunque esa nación no emitió un juicio concluyente que demuestre la relación entre ambos hechos, el fármaco elaborado entre Reino Unido y Suecia es analizado además debido al fallecimiento de varios pacientes inoculados, según la prensa local.
Una decisión similar fue anunciada por el gobierno de Austria tras el fallecimiento de una enfermera que padeció trastornos de coagulación luego de ser inmunizada.
Le siguieron Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo, pese a una investigación preliminar de la Agencia Europea del Medicamento que desvincula el fármaco con el fallecimiento en Austria.
La suspensión de AstraZeneca en esos países sucede cuando se cumple un año de que la Organización Mundial de la Salud declarara pandemia a la Covid-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2.
Europa es hoy epicentro de la pandemia con 30 millones 587 mil 575 personas infectadas, de las cuales 875 mil 738 fallecieron.
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