Con 119 votos a favor, 19 en contra y siete abstenciones, la Cámara Baja dejó listo el proyecto, que la víspera también recibió el visto bueno del Senado.
La iniciativa, impulsada por el Gobierno, plantea que los comicios inicialmente previstos para el 11 de abril se celebren los días 10 y 11, lo cual permitirá, a juicio de las autoridades, evitar las aglomeraciones de público en los centros de votación.
Los electores podrán ir uno de los dos días a ejercer el sufragio, para elegir a alcaldes y concejales, a gobernadores regionales –estos por primera vez en la historia-, y a los 155 integrantes de la convención que redactará la nueva Constitución, tal como se acordó en el histórico plebiscito del 25 de octubre del pasado año.
Igualmente, se estableció que las Fuerzas Armadas quedarán custodiando las urnas y el material electoral desde que concluya la jornada del sábado hasta que se inicie la votación al siguiente día.
Para ello, las urnas y los documentos utilizados en la votación serán sellados y guardados en una sala de los respectivos locales de votación, con la firma de los vocales de mesa, quienes serán los mismos en ambas jornadas.
Pero también durante la noche y madrugada podrá pernoctar en los locales un representante por cada lista, los cuales, al igual que los militares, no podrán entrar al local donde queden guardadas las urnas.
Cuando acuda a votar, cada elector deberá marcar cuatro boletas diferentes, lo que según expertos puede hacer más lento el sufragio que en ocasiones anteriores, y causar aglomeraciones, argumento principal expuesto por el Gobierno para que las elecciones se realicen en dos días.
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